jaqueca y dolor de cabeza

Como eliminar la jaqueca

En el caso de que los músculos de su cuello queden agarrotados produciendo jaqueca, puede aplicar las técnicas caseras y simples para relajar dichos músculos y hacer desaparecer las causas.

Se ha calculado que los norteamericanos gastan unos 300 millones de dólares por año en medicamentos para combatir el dolor de cabeza, pero todos ellos sólo hacen que enmascarar los síntomas momentáneamente.

Aún más, de cada diez adultos, siete se medican contra la jaqueca una vez al mes, por lo menos.

Si puede aprender las técnicas para ayudarse a si mismo en este problema, podrá prevenir y evitar las causas sin tener que consumir medicinas que pueden producirle efectos secundarios.

Hágase visitar primeramente por el médico con el fin de aclarar si existe un motivo orgánico que sea el promotor de su afección.

La tensión de los músculos del cuello como causa de jaquecas

El dolor de cabeza puede ser originado por diferentes causas, sin embargo, el 90 por ciento está motivado por la tensión nerviosa y diferentes migrañas.

De cada diez individuos, siete están enfermos de los nervios.

El origen más corriente de la jaqueca nerviosa, por ejemplo, es la contracción prolongada de los músculos posteriores del cuello.

Las personas que sufren este tipo de molestia presentan con frecuencia la parte posterior de su cuello endurecida, dolorida y rígida.

Se sabe poco acerca de por qué los músculos endurecidos del cuello ocasionan dolor de cabeza, pero generalmente el dolor procede de una dilatación refleja (expansión) de los vasos sanguíneos que rodean el cerebro.

Producen los vasos un dolor palpitante que sigue el ritmo del corazón.

El tejido cerebral no es, por sí mismo, sensible al dolor, pero las paredes de los conductos sanguíneos están bien provistas de fibras con sensibilidad dolorosa.

Cuando estas venas o arterias se dilatan lo suficiente para que sus paredes se estrechen, por cada latido del corazón se produce un dolor que, como un martillo penetrante, golpea el cerebro.

La tensión constante de los músculos del cuello y de la cabeza, endurecidos, puede irritar también los nervios, ocasionando un dolor profundo.

Curación del dolor de cabeza

Casi todos los dolores de cabeza que tienen su origen en la tensión nerviosa pueden curarse con remedios tan sencillos como el calor húmedo, bolsas de hielo, masajes y fricciones.

De ser posible, el tratamiento debe aplicarse tan pronto como aparece el primer síntoma.

Si la tensión en los músculos del cuello no desaparece, estos músculos espasmódicos e inflamados pueden ocasionar un dolor de cabeza profundamente arraigado, o sea crónico, que no responde de inmediato a ningún tratamiento.

La contracción prolongada de dichos músculos puede apretar las uniones del cuello y, por presión, sacar algún hueso de su sitio.

La irritación de esta linea nerviosa entre los huesos puede causar un dolor angustioso del cuello, espalda y brazo.

¿Cómo evitar y curar la jaqueca nerviosa?

Cuando note que los músculos de su cuello se estar endureciendo, o si empieza a tener dolor de cabeza, cualquiera de los tratamientos siguientes puede ser la solución.

Si uno no da resultados pruebe con el siguiente y aplique después otra combinación con la que haya observado que obtiene los mejores resultados.

También ha de procurar suprimir las causas de la tensión nerviosa que son suficientemente graves para producir su jaqueca.

Cuando esto no es posible, disponga lo necesario para hacerse un masaje o cualquier otra cura de las indicadas, en el momento en que los nervios empiezan a manifestarse.

La dilatación y la tracción eliminan la tensión nerviosa

Al endurecerse un músculo por la tensión nerviosa, alguna de sus fibras se contrae realmente.

Como se trata de una contracción involuntaria debida a un reflejo nervioso, puede eliminarse, por lo general, haciendo presión sobre el músculo o dilatando sus fibras.

Existen tres medios de aplicar tracción a los músculos del cuello.

Escoja el método que le parezca mejor según las circunstancias.

Cualquier dilatación en el cuello puede colocar en su sitio las articulaciones, eliminando la presión ejercida sobre los nervios.

Tracción del cuello con sus propias manos

Cuando se encuentre solo, en un autobús o en cualquier situación que no le permita utilizar otra de las dos técnicas que aquí se indican, utilice este método para estirar su cuello cuando la tensión empieza a invadirle.

Coloque ambas manos en la nuca con la punta de los dedos entrecruzados y deje caer la cabeza hacia atrás con los músculos completamente relajados.

Sus manos deben actuar como una cuña que apalanca las vértebras del cuello separándolas mientras que la base de su cuero cabelludo descansa sobre el borde superior de las manos.

Deje caer la cabeza varias veces hacia atrás mientras presiona las manos contra la nuca y intente relajarse por completo.

Siempre que le sea posible realice este ejercicio haciendo descansar la cabeza en una silla inclinada, de forma que la gravedad y el peso de la misma ayuden a conseguir una tracción más efectiva.

Deje caer después la cabeza hacia delante y dilate los músculos de la parte anterior de su cuello presionando la base del cuero cabelludo adelante y hacia arriba con sus manos.

Si usted trabaja en una mesa de escritorio, con una máquina de escribir o de coser, o en cualquier ocupación que le obligue a tener la cabeza inclinada hacia delante durante varias horas, será prudente que estire y deje caer después la cabeza hacia atrás varias veces al día, por dos buenas razones.

Al estar obligados los músculos del cuello a una contracción para mantener la cabeza sobre el pecho durante un período prolongado de tiempo, se produce una acumulación de ácido láctico y otros productos perjudiciales que irritan los músculos, produciendo inflamación y espasmos.

Existe también el peligro de invertir la curva normal de la espina dorsal.

Cuando esto ocurre, los músculos del cuello han de trabajar con mayor dificultad para mantener en alto la cabeza.

Esto también puede ocasionar dolor en el cuello al mismo tiempo que en la cabeza.

Procure disponer de tiempo para hacer desaparecer la tensión nerviosa de su cuello, siempre que note que un poco de fatiga se apodera de los músculos.

Al acabar el trabajo diario se puede evitar la jaqueca con un ejercicio violento que haga desaparecer la tensión nerviosa y disminuya la rigidez de los músculos.

Si trabaja con alguien que le pueda ayudar a dilatar los músculos de su cuello, puede aplicar otro método de tracción más fuerte y concreto con la colaboración de esa persona.

Si se efectúa correctamente, esta técnica puede aplicarse con seguridad y eficacia.

Siéntese de lado en una silla baja y recta

Indique a su compañero que debe ponerse detrás de usted con la parte externa de la pierna derecha sobre la silla en línea vertical con su espalda (con la pierna izquierda, si fuera zurdo).

Después, cogiendo con sus manos la base craneana, sujetando al tiempo los maxilares inferiores y apoyando el codo sobre la rodilla, debe elevar su cuello levantando el talón del pie situado sobre la silla.

Sus muñecas han de mantenerse rígidas para que el movimiento de la rodilla que soporta la elevación haga levantar la cabeza.

Si usted es una persona de estatura elevada, el ayudante puede necesitar uno o dos libros debajo del pie para conseguir unos 5 centímetros de tracción.

Indique a su compañero que debe aplicarle un tirón firme y lento (levantando el talón) y repetir esto varias veces.

Esta tracción intermitente hará desaparecer la tensión del cuello por la dilatación y relajación alternativa de los músculos.

Es muy importante estar sentado con la espalda completamente recta cuando se recibe la tracción, de manera que la columna no esté flexionada, lo cual dificultaría la acción sobre los músculos del cuello.

La tensión del cuello desaparece casi inmediatamente, y prueba de ello son las afirmaciones de personas que dicen siento la cabeza más ligera.

No es raro el caso de un paciente que se ve mucho mejor en cuanto ha sido sometido a la cura de tracción.

Podemos creer que se debe a un incremento de riego sanguíneo a través de los músculos del cuello que estaban agarrotados, aportando mayor abundancia de sangre al cerebro.

La cura que acabamos de describir puede aplicarse también para aliviar el dolor de espalda y brazos, de la misma forma que la utilizamos para calmar la tensión nerviosa y el dolor de cabeza.

Los nervios de los brazos parten de entre las vértebras, desde la parte más baja del cuello hasta la punta de los dedos.

Si uno de estos nervios está irritado, y ocasiona entumecimiento, hormigueo o dolor en algún punto de la espalda, brazo o mano, puede curarse con el ejercicio de tracción, el cual es lo suficientemente duro para separar un poco las vértebras del cuello.

La tracción se aplica mejor, para estos fines, con un cabezal y durante varios minutos.

Si los métodos de tracción descritos no curan su tensión o el dolor de cabeza, o si prefiere utilizar una tracción continua sin la ayuda de sus compañeros, podrá estirar su cuello con un cabezal.

Cualquier establecimiento de aparatos ortopédicos puede ofrecer un equipo de tracción cervical con las instrucciones para su uso.

La posición más conveniente para una persona normal es la de sentarse cerca de una puerta.

El cabezal se coloca por debajo de la barbilla, de los maxilares inferiores y de la nuca.

Una cuerda está unida al cabezal y pasa por un par de poleas sujetas a un brazo metálico que se proyecta desde la parte superior de la puerta.

Mientras se aplica la tracción debe estar usted sentado de espaldas a la puerta y con el contrapeso detrás, de forma que la cuerda que estira el cabezal hacia arriba se encuentre en la vertical de su columna vertebral.

Para tratar una tensión muscular sencilla será suficiente de 5 a 10 minutos de tracción con 3 o 4 kilos de contrapeso.

En algunos casos, no obstante, se conseguirán mejores resultados con 6 u 8 kilos durante pocos minutos.

Pruebe antes con el peso inferior

Cuando utilice un peso mayor no emplee más del que puedan resistir los músculos de su cuello.

Es importante encontrarse completamente relajado para que aquellos músculos puedan estirarse.

Siéntese en una silla con respaldo recto, y recuéstese un poco hacia atrás con la columna vertebral recta y relajada.

No existe ningún peligro en absoluto al hacer adecuado uso de la tracción cervical.

Puede ser aplicado sin temor a cualquiera que no padezca dolencias en la columna vertebral.

Realmente, si se utiliza siguiendo las instrucciones, ha de resultar agradable y relajante.

Suspenda el ejercicio si nota algún dolor o molestia.

Existe un equipo de tracción portátil que se utiliza con la ayuda de una puerta.

Suprima el dolor con calor húmedo

Si los músculos de su cuello están doloridos e inflamados por un espasmo o tensión prolongada, el calor húmedo puede proporcionarle un alivio inmediato.

Siéntese bajo una ducha que le proporcione un buen chorro de agua caliente sobre los músculos del cuello y las paletillas, o póngase una toalla empapada en agua caliente y escurrida sobre la parte posterior del cuello.

Como la toalla se enfría rápidamente debe aplicarse varias veces para mantener el calor.

Si dispone de una lámpara de rayos infrarrojos o de una esterilla eléctrica le será posible mantener la toalla húmeda y caliente después de colocada sobre su cuello.

Con un poco de ingenio encontrará diversos medios de aplicarse calor húmedo.