Con la ingestión de la comida nos llegan las vitaminas, las sales minerales, las celulosas y las sustancias energéticas.
Los alimentos
Los humanos debemos ingerir alimentos en forma de líquidos o sólidos, y una vez introducidos en el organismo se transforman en principios asimilables que conducidos por la sangre, permiten formar y reparar los tejidos, fabricar hormonas, enzimas y anticuerpos imprescindibles para la vida.
Siendo la alimentación uno de los más claros determinantes de nuestra buena o mala salud, no deja de ser paradójico el hecho de no alimentarnos de acuerdo con unas normas o planteamientos lógicos, sino en función de nuestros hábitos o costumbres que con frecuencia son erróneos, de nuestros deseos o apetencias que a menudo son caprichosos y nada intuitivos, y del poder adquisitivo de nuestro bolsillo, en el que cabe insistir en que la mejor alimentación no es necesariamente la más cara.
La digestión
El aparato digestivo consume más energía que cualquier otra función del cuerpo.
Comer alimentos inadecuados, excesivos o insuficientes, es producir problemas a nuestro cuerpo, y por ello es esencial respetar nuestras limitaciones digestivas.
Combinar adecuadamente los alimentos no es nada que prive a nadie de comer las cosas que le gustan, sino que simplemente, no hay que comerlas todas al mismo tiempo.
Después de participar en una gran banquete o celebración, sentimos que nuestro cuerpo está totalmente exhausto después de semejante comida, y esto es debido a que en el estómago se han juntado tantos alimentos diferentes concentrados e incompatibles, que el organismo esta hecho un revoltijo.
Si esto se hace de vez en cuando, el cuerpo tiene alguna probabilidad de hacer frente a la situación, pero si se produce con regularidad, sobreviene el derrumbe.
Si comemos de acuerdo con el principio de las combinaciones de alimentos compatibles, no tendremos esa sensación y una enorme pérdida de energía, y por tanto, tendremos un excedente de energía.
La adecuada combinación de los alimentos libera esa energía que el cuerpo puede usar para desintoxicarse, y crea simplemente la condiciones para la pérdida de peso.
Lo fantástico de la combinación adecuada de los alimentos es que mejora de manera notable el nivel de energía, y, al mismo tiempo, libera en el organismo todo lo que hace falta para que el cuerpo se deshaga del exceso de desechos que dan sensación de pesadez.
Equilibrar nuestro tipo de vida y, por tanto, las energías que consumimos, con el volumen y combinación de los alimentos que ingerimos, es verdaderamente imprescindible para mantener el peso ideal y con ello, la salud.
Todo esto no exige más que pequeños cambios en nuestra alimentación y hábitos, y lo maravilloso de todo esto, es que es simple.
No comer en exceso
Aun comiendo alimentos muy nutritivos y de la máxima calidad, se echarán a perder en tu organismo si los comes en exceso, de manera que no lo hagas.
Una de las razones por las que con frecuencia comemos excesivamente, es que nuestro cuerpo no absorbe sustancias nutritivas.
Éstas son absorbidas por los intestinos, pero, si las diminutas vellosidades o filamentos que se encargan de la absorción están obstruidos, por mucho que comamos nuestro cuerpo no estará bien nutrido.
Las vellosidades pueden quedar fácilmente obstruidas por los productos de desecho de los alimentos que el cuerpo es incapaz de metabolizar y utilizar eficazmente.
Cuando, como resultado de tal obstrucción, se paraliza la absorción de sustancias nutritivas, el cuerpo manda una señal de alarma, anunciando que no lo han alimentado, y por más que hayamos acabado de comer, sentimos deseos de comer más.
Otra razón que lleva a comer en exceso es el consumo de alimentos no nutritivos, como las habituales conservas de mala calidad, los cereales procesados para niños y adultos, y otras comidas excesivamente procesadas.
También en este caso el cuerpo da la señal de alarma y pide más comida, puesto que desde el punto de vista nutritivo está literalmente muriéndose de hambre.
No hay mejor manera de estar mal nutrido, que comer en exceso alimentos procesados y conservas.
Un cuerpo mal nutrido no dejará de clamar que lo alimenten, a pesar de que el individuo esté comiendo en grandes cantidades.
Si esas grandes cantidades corresponden a conservas, embutidos y otros alimentos desnaturalizados y excesivamente procesados, el cuerpo siente que se va muriendo lentamente de hambre.
La gran cantidad de alimentos con elevado contenido de agua ayudará a limpiar los intestinos y a desatascar las vellosidades, de modo que el cuerpo podrá empezar a absorber sustancias nutritivas.
Comiendo alimentos sanos y frescos altamente nutritivos, tu cuerpo empezará a sentirse nutrido por los alimentos que ingiere.
En pocas palabras, ya no necesitará sonar la señal de alarma pidiendo más comida, puesto que recibirá regularmente toda la que necesita para una limpieza y una nutrición adecuadas.
Come frutas frescas y jugosas y verduras crudas cuando sientas la tentación de comer demasiado.
Si continúas comiendo estos alimentos, rebosantes de sustancias nutritivas, la base fisiológica del hábito de comer en exceso desaparecerá y, finalmente, como muchos otros podrás decir con satisfacción, hubo un tiempo en que yo solía comer demasiado.