Tumores del peritoneo

tumores del peritoneo

Se encuentran con bastante frecuencia y pueden ser primarios o secundarios.

Estos últimos siempre son malignos y se deben a metástasis del cáncer de estómago, duodeno, hígado, de la cabeza del páncreas, del colon o del ovario.

La cancerización del peritoneo se origina por la difusión de tumores contiguos de las vísceras adyacentes con invasión de la serosa visceral o bien por caída en el peritoneo de fragmentos cancerosos.

Mientras los tumores secundarios siempre son malignos, los primarios pueden ser de los dos tipos.

Tipos

Los benignos están representados por los fibromas, lipomas mixomas, quistes, etc.

Todos estos tumores están provistos de una cápsula, no tienen tendencia hacia la propagación, son de pequeño volumen, alcanzando rara vez el tamaño de una mandarina.

En alguna ocasión están penduculados (fibromas) y se asoman a la cavidad peritoneal.

No es raro el caso de que repetidas torsiones del pedúnculo lo rompan, con la consiguiente caída en la cavidad.

También se encuentran quistes, la mayor de las veces originados por la dilatación de vasos linfáticos, a causa de una Interrupción en la circulación de la linfa.

Pueden ser numerosos y en su interior llevan un líquido seroso que, en alguna ocasión, puede ser serohemático.

En este caso derivan, con mucha probabilidad, de un hematoma.

Entre los tumores malignos son bastante frecuentes los que se producen por el tejido endotelial degenerado.

En la mesa de disección se encuentran numerosas masas induradas, de pequeño volumen, diseminadas en toda la extensión del peritoneo que, en algunos puntos aparece acartonado.

Estos tumores, por contigüidad, se difunden por todo el peritoneo y raramente provocan metástasis (difusión a distancia de restos de tejido tumoral, con neoformación de un tumor igual al que les ha dado origen).

Sintomatología

Los síntomas son locales y generales.

Entre los primeros aparecen los dolores abdominales, que pueden ser muy intensos o débiles.

Su característica general es la de ser continuados, aparecen también vómitos y dificultades para la defecación.

Se presenta ascitis, es decir, líquido en la cavidad abdominal.

Este líquido tiene los caracteres del exudado y contiene en su sedimento linfocitos polinucleares, células normales de revestimiento y, en alguna ocasión células atípicas alteradas que presentan las características de las células tumorales.

Dichas células suelen ser mucho más voluminosas que las normales, manifestándose este engrosamiento sobre todo en el núcleo y presentan carioquinesis (maduración) atípica.

Ademas de los síntomas locales se presentan los generales como la falta de apetito, alteraciones graves en los procesos digestivos del estómago, adelgazamiento, pérdida de fuerzas, anemia y frebrícula.

Todos estos síntomas se inician gradualmente, en forma larvada.

Los tumores malignos tienen un curso crónico y lento pero se agravan de una forma fatal, llevando al paciente a la muerte en poco tiempo.

Terapéutica

La Intervención quirúrgica reviste carácteres de gravedad.

Consiste en la extirpación del tumor mediante una laparatomía y, eventualmente, en el empleo de los rayos Röentgen.