Enfermedades del intestino delgado

intestino delgado

Dispepsias intestinales

Se trata de anomalías en las funciones del intestino que repercuten en alteraciones de los procesos secretorios en la motilidad, en la eliminación de las heces y en la absorción de los productos alimenticios digeridos y en el anormal desarrollo de los procesos fermentativos y putrefactivos que acompañan la formación de las heces.

De todo ello es fácil deducir que estas formas morbosas son indiferenciadas apareciendo en las neurosis y en las inflamaciones agudas o crónicas.

Se pueden manifestar en forma aguda (después de errores dietéticos o por la ingestión de alimentos deteriorados o bebidas excesivamente frías) y también pueden tener curso crónico.

Sintomatología

En la forma aguda, los enfermos presentan ligeros malestares, con dolores abdominales y regurgitaciones intestinales, eructos fétidos, emisión abundante de gases por el ano, náuseas y, frecuentemente vómitos, en principio alimenticios y más tarde, netamente biliares.

Síntoma constante es una aguda diarrea, dolorosa, con heces líquidas o semilíquidas, malolientes, por la riqueza en gérmenes fermentativos que, de repente, adquieren extraordinaria virulencia.

Desde el punto de vista terapéutico suele bastar un día de total dieta o dieta líquida apropiada (jugo de limón o té) acompañada por un laxante.

Las formas crónicas se manifiestan, sobre todo, en los enfermos de aquilia o hipoclorhidria gástrica, en los sujetos en que el jugo gástrico escasea o está privado de ácido clorhídrico.

Esto permite el paso al intestino de sustancias alimenticias digeridas en forma incompleta, sobre todo en lo que se refiere a la fracción proteica y exalta la virulencia de la flora bacteriana normal que produce las fermentaciones.

El principal síntoma clínico está dado por el aumento y la irregularidad de las defecaciones, con disminución de la consistencia de las materias fecales, y aparecen como muy abundantes, de aspecto farináceo y olor fétido.

Aun conservando cierto apetito, los pacientes presentan un inicio de depauperación orgánica, porque de la totalidad de los alimentos ingeridos son pocos los que sirven para fines nutritivos.

Terapéutica

La terapéutica exige que el enfermo se someta a una prolongada masticación de los alimentos ingeridos, asociando la administración de los numerosos preparados que existen en el comercio, conocidos por eupépticos y digestivos ,y la eliminación de la dieta de determinadas sustancias como la carne cruda, los embutidos, la carne ahumada, etc., cuya digestión es muy laboriosa.

Muy eficaces son los sulfamídicos, de elevada acción antibacteriana sobre la flora intestinal y de las sustancias del tipo de los fermentos lácticos, que tienen un marcado poder sobre todos los procesos de anómala fermentación.

Enteritis

Reciben este nombre todos los procesos inflamatorios de curso agudo o crónico que atacan la mucosa del intestino delgado.

Como muchas veces el proceso inflamatorio alcanza la mucosa del intestino grueso, cada vez existe una mayor tendencia a hablar de enterocolitis.

Las manifestaciones morbosas ligadas a la aparición e esta enfermedad son de distinto carácter: entre las enteritis recordaremos las de tipo mucoso, en las que existe una abundante formación de exudado catarral que recubre la mucosa en su total extensión y es debido a la forma virulenta que adquieren algunos bacilos patógenos que, normalmente, se encuentran en el intestino como los del paratifus A y B, las salmonellas, el bacilo subtilis», etc.

La enfermedad se inicia, por lo general, de una forma brusca, con diarrea precedida por dolores abdominales con retortijones, náuseas, vómitos y, alguna vez, febrícula (elevación térmica no muy marcada).

Las descargas diarreicas son líquidas o semilíquidas, muy fétidas, acompañadas por la expulsión de abundantes gases.

El abdomen se hincha, se hace tenso y a la percusión da un sonido especial (timpanismo) no presenta verdaderas zonas de defensa, como acaece en las dolencias que requieren intervención quirúrgica.

La terapéutica se basa en el reposo en cama, la correspondiente dieta, antibióticos intestinales, antifermentos y sedantes de la motilidad gastrointestinal.

Sífilis del intestino

Es una forma poco frecuente que puede manifestarse en forma congénita (con la presencia de gomas de tipo miliar en todas las vísceras) o adquirida en el período terciario de la enfermedad general (infiltrados gomosos múltiples, a menudo ulcerados o, más frecuentemente, cubiertos por cicatrices tan gruesas que pueden obturar el intestino).

Sintomatología

La sintomatología clínica de la sífilis intestinal no tiene caracteres específicos, permaneciendo en los generales de la forma infecciosa crónica con formas neoplásicas o seudoneoplásicas.

Su naturleza real sólo se pone de manifiesto con la reacción de Wassermann para la sífilis.

Terapéutica

La terapéutica, naturalmente, corresponde a su carácter específico y ha de ser, además, sintomática.

Actinomicosis intestinal

Es una enfermedad producida por un hongo «el Actinomyces», que se fija en el tubo digestivo con una frecuencia que corresponde a la de su fijación en la cavidad oral (30% de los casos).

Sus puntos de fijación electivos son el ciego y el apéndice.

En estas zonas provoca una infiltración dura que se fistuliza ya hacia el interior de luz intestinal como hacia el exterior, en la cavidad peritoneal y da lugar a la secreción de un líquido espeso, parecido al pus, rico en gránulos actinomicósicos que contienen las esporas del hongo.

Se trata médicamente con dosis elevadas de ioduro de potasio y, eventualmente, puede hacerse necesaria la extirpación quirúrgica.

Enteroptosis

Es el nombre científico que se da a la caída o descenso del intestino delgado y entra dentro de las formas análogas de enfermedad que pueden presentarse en todas las vísceras intraperitoneales, incluso los riñones, constituyendo un síndrome generalizado con el nombre de «visceroptosis».

Sintomatología

Se trata de una predisposición constitucional, frecuente en los individuos longilíneos, de tipo asténico, causas accesorias pueden ser los adelgazamientos rápidos e imprevistos, secuela de enfermedades infecciosas o debilitantes, intervenciones quirúrgicas abdominales repetidas que, sembrando de cicatrices la pared anterior del abdomen producen zonas de menor resistencia, de ahí la facilidad para ceder a la tracción de las vísceras contenidas en su interior.

Como consecuencia quedan retenidos, por tiempo prolongado, los materiales alimenticios y fecales en las asas relajadas, que provocan disturbios funcionales, entre los que predomina el estreñimiento.

Dada la excesiva delgadez de los individuos afectos, es fácil observar en ellos, a través de la pared abdominal, las pulsaciones del segmento correspondiente a la aorta.

Terapéutica

La terapéutica se basa principalmente en aparatos ortopédicos como el uso de fajas sujetadoras, dietética (alimentos nutritivos pero ligeros y de fácil asimilación) y empleo de reconstituyentes.